Rosa Mística de Ignacio Apolo.
Un texto que aborda ciertos valores y errores del ser humano, reforzado con la palabra alegórica, así como la memoria frívola en otros momentos; para marcar las causas de la destrucción según el autor. Gentil fórmula que facilita la comprensión del público, al mismo tiempo que favorece la trama de éste drama.
La trama tiene como protagonista a “Rosa”, una niña de doce años (interpretada por Ana Pauls) que actúa siempre movida por el deseo de hacer el bien. Un bebé de seis meses es víctima de una bala policial en un confuso operativo antidroga en una villa. Su familia le levanta un altar y pronto se convierte en el santito Conchi, pero la niña hace lo posible para demostrar que no lo es y busca la ayuda de Lauchi (interpretado por Tahiel Arévalo) para valer su pensamiento.
Aunque la obra podría ser recurrente en la realidad, la efectividad del texto en cuanto a recrear dicha problemática a través de situaciones tragicómicas, no sólo provoca identificarse con la realidad de ésta sociedad, sino que nos permite conocer el suceso de la manipulación del poder, donde a veces la víctima termina siendo cómplice. La historia es una suerte de apología desencadenada entre el creer y no creer.
Teniendo en cuenta el entorno crítico del argumento y conociendo el trabajo de varias obras que Igancio Apolo acostumbra a desempeñar, yo esperaba un efecto mayor de las luces sobre determinadas escenas. No obstante, el director pudiera haber decidido atenuar el impacto de la iluminación para conservar el protagonismo de la palabra y la actuación. Los dos ingredientes principales que realzan esta pieza e invitan a meditar sobre la realidad que a veces no vemos y nos ocultan.
Los actores logran un ritmo sostenido y un correcto uso del espacio como así también se desempeñan con ductilidad y cada personaje son piezas fundamentales para ésta propuesta. La caracterización de Ana Pauls logra encaminar con pasajes sobresalientes algunas situaciones, pero a veces acude a una exagerada fuerza de expresión corporal donde demuestra su fuerza actoral. En cuanto a Tahiel Arévalo realiza un personaje que no le exige demasiado esfuerzo, pero lo ejecuta con confianza e histrionismo. Amanda Busnelli (Madre de Rosa) lleva consigo una interpretación acertada para esta obra. Todos los papeles están hecho a su medida y nota que en el casting han sido prolijamente seleccionados.
Los personajes responden a tipos fácilmente reconocibles y los diálogos son fluidos, pero el texto adolece de reiteraciones que lo sobrecargan. La situación que se plantea en los primeros minutos es prometedora, pero a continuación se echan de menos sucesos fuertes, que alimentan el conflicto e impulsan la acción. Rosa Mística avanza de manera prolija y permanente, hasta concluir con una precipitada y poco convincente solución.
Una obra sobrecogedora, para valerse de sí mismo, disfrutar y sorprenderse.
Calificación: Buena
Crítica: Joud Raad
“Rosa Mística”
Dramaturgia y Dirección: Ignacio Apolo
Actúan: Ana Pauls, Tahiel Arévalo, Mario Jursza, Amanda Busnelli, Alejandro Dufau
Funciones: Jueves 21:00 hs
Ciudad Cultural Konex - Sarmiento 3131
Entrada general: $ 30 | Estudiantes y jubilados: $ 25 -.
vi la obra y está buena, me gusto mucho la direccion de Ignacio, me parece fantastico, muy bien joud por poner al fin tu blog esperaba eso con ansiedad, saludos.
Gabriel