James fija su mira en la recreación de otro mundo: "Avatar" y es, en gran medida, un lugar digno de visitar.
Exquisito guión de James Cameron.
La película más cara y técnicamente ambicioso que haya contraído, la epopeya de larga gestación de James Cameron para esta propuesta de trama alienígena saqueadores terrenal ofrece un espectáculo único, vistas deslumbrantes, el entusiasmo narrativo y un anti-imperialista global de la naturaleza que juegan muy bien en todo el mundo, y sin embargo es bastante irónico viniendo de una tecnología tan impulsada por imagen. Doce años después de "Titanic", que aún se mantiene como el campeón de todos los tiempos.
Año 2154, después de la muerte de su hermano gemelo idéntico-científico, en silla de ruedas ex marino Jake Sully (Sam Worthington) toma su lugar para convertirse en un Avatar; un ser híbrido que combina el ADN humano con el de los Na'vi para lograr el estado Avatar debe recorrurise en modos de laboratorios que el sujeto experimenta luego en un estado alternativo: como en un sueño. La esperanza oficial es que las negociaciones pueden ayudar a persuadir a los nativos a un lado y permitir una mayor explotación de sus tierras y así apoderarse de un mineral valioso que será clave para salvar al planeta cuyo costo por kilo es de 20 millones de dólares. El comandante Coronel Miles Quaritch (Stephen Lang) pide ayuda a Jake para que se convierta en su espía militar personal.
Hay un buen conjunto de imágenes que envuelven literalmente al espectador en un submundo que atrapa, que te sumerge, siendo protagonista en primera persona durante el visionado. Técnicamente es una maravilla y el espectador es parte de un videojuego del que no se quiere ir. Todo el mundo imaginario de Pandora: donde habita la civilización Na’vi, es asombroso y mágico. A lo largo de 166 minutos se logra sumerger espontáneamente al público desde su comienzo hasta su final.
Recordemos que después de un éxito incalculable y empacho de Oscars con su Titanic (1997), Cameron se sintió “el rey del mundo” y libre para hacer lo que viniera en gana. Titanic se alzó con 11 premios Oscar, incluidos mejor película y director, y recaudó 1.800 millones de dólares en la taquilla mundial. Desde entonces, Cameron abordó esa necesidad creativa autoimpuesta de querer inventar algo, de dar un paso más en el mundo del cine, de intentar evolucionar. Cuatro años a pleno rendimiento de trabajo llevaba Cameron ensayando y preparando escenas imaginarias con un sistema especial que integra el mundo de la computación con actores reales con sensores incorporados (a lo Andy Serkis/Gollum de El señor de los anillos).
Cuando uno termina de ver Avatar sucede una cosa curiosa. Por un lado, se da cuenta de que ha presenciado un auténtico espectáculo visual (que se disfruta realmente en versión 3D digital; absténganse de copias normales en 2D u otras versiones logradas por oscuros métodos). Además, si el afortunado puede elegir verla en versión original subtitulada sobre el efecto 3-D, disfrutará por completo.
Porque podrá gustar o no, pero esta película debe ser vista, para captar toda su esencia, en los cines acondicionados para tecnología 3-D. Más que nunca, ver Avatar de otro modo sería un error. Sería verlo con una simpleza para la que no ha sido concebida.
Calificación: Muy Buena
Estreno en Argentina: 01 de Enero 2010
Trailer:
Trailer con Banda Sonora (ver recomendado)
Crítica por Joud Raad
entonces sin lugar a dudas despues del primero en sala 3d estare!!
otra vez?