Críticas de Espectáculos

De la base del Grotesco de la obra de Armando Discépolo.


Vagabundos por la noche.

La Literatura del Absurdo da muestra de la filosofía llamada también del Absurdo de la cual Beckett es uno de los máximos representantes. Aunque más bien a Beckett se le relaciona con el Teatro del Absurdo donde la tragedia y la comedia chocan en una ilustración triste de la condición humana y la absurdidad de la existencia. En ésta obra, Marcelo Savignone viene a ser un investigador para el cual el orden, la libertad, la justicia, la "psicología" y el lenguaje no son más que una serie de sucesivas aproximaciones a una realidad ambigua y decepcionante. El director desmantelará el viejo universo cartesiano y su manifestación escénica.

20 actores en escena, estos se nos aparecerán como extrañas criaturas, a medio camino entre el insecto y el fantasma. Savignone ha propuesto una lista de las viejas tradiciones teatrales utilizadas por los dramaturgos del absurdo para expresar, mediante una inteligente combinación de las mismas, los problemas y las inquietudes del mundo contemporáneo con un tono subjetivo, ambiguo y dramático.


Los personajes no se manifiestan transparente y socialmente; sus expresiones crean un ámbito fascinante y "poético". Su "poesía" se acerca más al grito y hace retroceder la palabra a un estadio pre-lingüístico de la expresión. De Noche posee una enorme densidad teatral y descubre rápidamente un cierto aspecto de la condición humana en el que el espectador queda forzado a reconocerse, donde nos muestra que la obra es la pugna de sus personajes por expresarse y la imposibilidad de lograrlo. Lo que aquí ocurre es que desborda y a menudo contradice las palabras pronunciadas por los actores, una situación inicial en que se hallan colocados los personajes de esta obra que basta para revelar sus sentimientos y está basada en la representación visual.

Los objetos, los accesorios y el decorado adquieren una extraordinaria importancia, sin embargo se notaron algunas falencias en la operación de luces, a pesar que el diseño es aceptable. La escenografía buena, el vestuario adquiere un acierto y se logra combinar con la puesta en escena que se realiza, sin duda, con fuerza y pasión. Los actores trabajan a la par y nadie se destaca, realizan un trabajo corporal y gestual acertado para la propuesta. Muy buena puesta en escena ya que requiere de un talento en la dirección para llevar a cabo 20 actores a escena.

Calificación: Regular