Críticas de Espectáculos

Cuatro actores que se complementan de maravilla en una trama difícil de describir, mezcla extraña de Shakespeare y “el macho uruguayo”, no da respiro si de humor hablamos.

Una versión de Romeo y Julieta muy “celeste”.

La tragedia de Romeo y Julieta es descontextualizada y mezclada con el triunfo charrúa del año 50, el hilo conductor de Las Julietas. Un caos meticulosamente estudiado y pactado forma parte de las conversaciones que mantienen los personajes. Cánticos, baile y música se ensamblan a la perfección en esta obra que pone de manifiesto la versatilidad de los actores.

La prolijidad de Marianella Morena, quien escribió y dirigió esta obra, se ve en cada escena: los cuidados diálogos entre los actores son un ir y venir de bromas que logran entretener ampliamente al auditorio. La propuesta, un tanto enredada, expone cantos de cancha, murgas uruguayas y hasta un tango. Claudio Quijano se luce cantando “Se dice de mí” y una canzonetta napolitana que se aplaude de pie. Santiago Sanguinetti interpreta a un típico mujeriego muy cómico que luego, para regocijo de toda mujer despechada, termina siendo plantado. Leonardo Pintos no se queda atrás haciendo un papel más centrado pero igualmente cómico, y Mariano Prince con un personaje tímido y con gestos que sorprenden.

Si bien cuesta terminar de comprender el hilo de la trama, esta pieza del teatro uruguayo exhibe una calidad actoral que hace bastante no se veía: la química de los cuatro actores en escena, junto con el trabajo de la directora, se roba más de una carcajada durante la obra. El trabajo aceitado de los cuatro protagonistas junto con el recurso de la reiteración no tiene desperdicio.

Iluminación y vestuario muy simples, a cargo de Claudia Sánchez y Cecilia Prigue respectivamente, demuestran que con pocos recursos se puede hacer mucho. El trabajo actoral impecable y notable acompañamiento de la directora. Las metáforas y los comentarios absurdos perfectamente coordinados forman parte del juego actoral a lo largo de la obra. Es recomendadapara un público con mucho humor, que tenga ganas de ir al teatro a pasarla bien y a divertirse.

Calificación: Buena